Tomas Molina
Tomás Molina González /Chile
Tomás Molina y el retrato
El retrato en la pintura a través de la historia ha sido abordado de diferentes formas y muchas veces como motivo principal. La representación física de una persona busca capturar la esencia interior, emociones, personalidad y carácter del retratado. Las variadas maneras, estilos y técnicas en que el retrato se ha plasmado en los diferentes soportes buscan revelar los aspectos más profundos del sujeto, y que van desde el simbolismo hasta la manipulación expresiva del color, la forma y la composición. La obra de Tomás muestra la maestría y el compromiso con la técnica y reúne de manera perfecta las características del retrato psicológico. Es habitual que los artistas que exploran esta temática se concentren en gestos, miradas y posturas que transmiten emociones o estados psicológicos específicos. A menudo, la mirada del retratado es un punto focal; en el caso de la obra que aquí se presenta, Tomás aborda de manera magistral el gesto, el paso de los años, la muerte y los cuerpos en descanso por medio de un dibujo de factura impecable. Sorprende la sensibilidad para moverse entre líneas y trazos de un dibujo extremadamente detallado, tanto muy bien resuelto en la tinta y el grafito, como el tratamiento expresionista de las dos imágenes en colores que sorprende por una observación acuciosa y calidad técnica de cada obra. La ambientación del retrato, incluyendo el fondo y los objetos presentes, ofrece pistas sobre el mundo interior del sujeto. Me parece que el espectador puede encontrar en la obra de Tomás reminiscencias de la poética en los retratos de Rembrandt van Rijn o de las poses angulares y la exploración de vulnerabilidad de los dibujos de Egon Schiele. Personalmente, me recuerda la obra gigantesca de Lucian Freud, que explora la postura física y la psicología del sujeto, capturando las imperfecciones y emociones crudas de sus modelos. Los estudios y ensayos de Tomás logran capturar la emoción del retratado y se asoman como obras terminadas. El retrato psicológico en las artes plásticas sigue siendo un medio poderoso para explorar la complejidad humana, haciendo que cada obra sea un diálogo íntimo entre el artista, el sujeto y el espectador. Creo que en la actualidad el tiempo corre tan de prisa que el ya tan manoseado concepto de “arte contemporáneo” muchas veces trata de vendernos historias mentirosas o equivocadas acerca de la obra plástica. Por lo que debemos agradecer que aún existan artistas que defiendan la técnica y el oficio.
Víctor Ruiz Santiago
Artista visual
Académico del Instituto de Artes Visuales
Universidad Austral de Chile
Ha participado en diversos concursos de pintura y artes visuales, obteniendo destacadas participaciones en varios de ellos: Primer Lugar | San Antonio pinta los rincones de su puerto | Categoría In situ / Emergentes (2019); Segundo Lugar | XII Concurso de pintura In situ, Chillán | In Situ (2020); Primer Lugar | Concurso Internacional de pintura Valdivia y su Río | Categoría Envío “Sergio Montecinos” (2021); Seleccionado | FIGURATIVAS 2021 | Barcelona, España (2021); Mención Honrosa | Arte Joven Universidad de Valparaíso (2021); Seleccionado | Arte Joven Universidad de Valparaíso (2022); Premio Club de la Unión | Concurso Internacional de pintura Valdivia y su Río | Categoría In situ (2023), Primer lugar | Concurso Internacional de pintura Valdivia y su Río | Categoría In situ (2023), entre otros.