Patricio González Reyes /Chile
En “Musas Maquínicas”. Prosigue una voluntad permanente de conjugar lo esencial, saber administrar lo cotidiano de nuestro devenir común. Apunta a la vida, la realidad circundante y al arte. Así también, se ha ido conformando una identidad artística, una mirada que dotará de contenidos a las formas. Estos contenidos no pueden ser explícitos ni independientes, yacen ocultos en las sombras o en los destellos de la luz, están alojados en el recorrido de las formas para retener la eternidad del instante, la duración de una mirada en la cual, el contenido es la astucia de la forma. Este trabajo artístico está regido, por la ideología propia de su creador, sus invenciones su capacidad de hacer, su perseverancia y alguna lucidez creadora. Una compleja simplicidad lo abarca todo, la pintura-gráfica deja entrever la realidad adyacente, permite constatar un ideario y sobre todo hace visible una condición y un homenaje. La suerte está echada, y son tiempos feministas los que acompañan nuestros afanes, donde el arte siempre lucha contra el caos, para hacerlo más sensible, para ofrecer una lectura en contingencia. El espacio imaginario que inscribe este trabajo, ha provenido de las sensaciones, es puro espacio sensorial, un estado capaz de dar inicio a una cadena de nuevos e imprevistos nexos de sentido y así, cobijar un lugar, una poética de transformación y transfiguración incesante. En este sentido la pintura, la poesía o el cine son poderosas máquinas de producción de imaginarios, precisamente porque se construye a partir de elementos y de signos que son partícipes de la función imaginaria y que, de un modo especialmente intenso, la activan. Existe entonces en esta producción, una aguda consciencia de la relación de la pintura con el imaginario de su propia historia, desde la reinvención, la cita o la apropiación temática, como también, los datos adquiridos desde el museo universal. La conocida noción del espacio Euclidiano, ha sido triturada y esparcida en mil formas, en un campo formal que contiene un espacio que no comienza ni termina, es el espacio en sí. En la presente exposición, he contado con la asistencia y complicidad de la I.A. Que ha sido recientemente incorporada a mi caja de herramientas. Vendrán nuevos equilibristas que podrán adjudicarse, ese tiempo instantáneo y punzante entre la espada y la pared. Por ello no queremos un futuro eclipsado por las premoniciones siempre agotadoras de los debates del pasado. Debemos tener presente la invención del transistor en la década de los cincuenta, más precisamente en 1947, tal vez allí, tuvo inicio la construcción de la inteligencia artificial.
Patricio González Reyes (Santiago de Chile, 1954). Realiza estudios secundarios en el Colegio San José de Calasanz y universitarios de Licenciatura en Artes Plásticas con mención en pintura, en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile (1973 a 1977). Titulado de Artista Pintor en 1981. Su territorio disciplinar se inscribe en el cultivo de la visualidad, en particular, vinculados a la categoría llamada Fotografía y Edición Digital. Desde el año 1979, imparte docencia en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, desplegada en la enseñanza de la pintura, el dibujo, la composición y el color. En esta misma Facultad, ha sido Director del Departamento de Artes Visuales durante dos periodos, Presidente del comité de Creación Artística de Artes Visuales, Sub Director y Director de la Escuela de Artes. Ha realizado autoría, desarrollo y exhibición de proyectos de creación artística desde 1977. La circulación de sus obras han tenido lugar en Chile, Ecuador, Panamá, Uruguay, Argentina, Taiwán, España, Holanda y U.S.A, contabilizando veintiuna exposiciones individuales y más de cincuenta muestras colectivas. Ha gestionado y realizado, también, muestras de artistas jóvenes en intercambios universitarios en Ecuador y México. Sus obras están en museos y colecciones privadas en Chile y otros países.