Arturo Cariceo /Chile
Tormenta Solar
Son imágenes digitales pulidas con IA generativa. Suena raro, pero las conceptualice como partituras para improvisaciones con caja de ritmos Roland, idealmente la TR- 606. Es una obra con vibra ochentera. No sé por qué, tal vez porque es la década más larga del siglo pasado, que aún no termina. Lo geométrico surgió impulsivamente después de ver un documental en Internet, que me hizo alucinar con la idea de que aprendimos el primer arte -un patrón abstracto de líneas cruzadas- de otra especie humana: los neandertales, nuestros primos extintos. Esto ya lo sabía por un libro, pero igual se me aceleró el pulso. El valor agregado del documental fue sumar otra especie: el Homo Naledi ¡trazando lo mismo hace 300 mil años! También, anota punto otro vestigio más antiguo, a medio millón de años de nosotros, atribuido al Homo Erectus. No hay derroche en esta historia. Es fabulosa. La sola idea de compar- tir con más especies los mismos símbolos geométricos y que los sapiens no seamos los primeros artistas de la humanidad, es para dejar de lado diferencias y tomarse unas copas en nombre de la cultura. Dejen que les cuente otra cosa: embarcarme en formas geométricas es, además, via- jar a mi propia historia en los años ochenta, rememorando las clases tomadas con Matilde Pérez (1916-2014) y Ramón Vergara Grez (1923-2012), dos paladines de la abstracción latinoamericana. Fue Vergara Grez quien me enseñó que la palabra “geometría” nos retrotrae a nuestra niñez ancestral, transmitiendo esa cosa de ener- gía “anterior a lo anterior” que sucede cuando trazas una línea. Son palabras que te hacen sentir que algo se apodera de tí. Para evitar que me perdiera en complicadas introspecciones, decía que era un proceso más bien inconsciente, que ni siquiera te dabas cuenta de ese puente “abstracto” trazado entre el pasado y el futuro, como cuando siendo estudiante de Pablo Burchard (1875-1964), le corregía contando his- torias de cómo Pedro Lira (1845-1912) hacía lo mismo, recordando a sus profesores Antonio Smith (1832-1877) y Alessandro Cicarelli (1810-1879). Eso fue suficiente en mi bildungsroman para sentirme testigo de la historia del arte chileno, mientras mi Maestro me enseñaba a tensionar el peso visual. Trasladémonos al presente (ochentero). Tengo consciencia asumida de que la geo- metría resuelve situaciones con la historia, aunque sugeridas de otra manera. Lo del Homo Naledi es un paso más. Y saberlo, créanme, te da un poco de esperanza en el futuro.
Arturo Cariceo
Arturo Cariceo, artista visual y académico de la Facultad de Artes Universidad de Chile. Con estudios de pregrado y postgrado en la Universidad de Chile, Universidad Arcis y Universidad de Castilla-La Mancha. Su área de investigación y creación es la noción de comparecencia de obra, llamando a todo su quehacer artístico “Obra Invisible” recurriendo a un juego de palabras entre la categoría cultural “obra de arte” y la metáfora económica “Mano Invisible” de Adam Smith y Milton Friedman. Curador de las retrospectivas de los pintores José Balmes, Ramón Vergara Grez y Matilde Pérez y los cineastas Ignacio Agüero y Carlos Flores del Pino. Editor de los libros “Ser Digital” de José Ramón Alcalá y “Derroteros y naufragios del arte contemporáneo” de Fernando Castro Flórez. Autor de las monografías de los artistas latinoamericanos Osvaldo Salerno y Matilde Pérez. Creador de la Plataforma electrónica de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Su obra ha sido exhibida en la Tercera Bienal de Arte, Trienal de Chile, Bienal de Cuenca, Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), Museo de los Tajamares, Museo de Arte Moderno de Corea (MOCA), Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), Museo Mausoleo de Morille, Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), Sala Amós Salvador, Galería Animal, Galería Gabriela Mistral, Galería Metropolitana, Galería XS, Galería Quarentena, Galería Posada del Corregidor, Galería Blanca Soto y festivales de arte y música como SOS 4.8 (España) y 404 (Argentina), entre otros. Expone en Internet desde 1995.
